feria del libro en Rosario.

hace ya un añito, o quizás dos, (esto de las fechas) es indiferente...e irrelevante, cuando la sensación es tan plena.
Alguien de esta imagen he de ser.

Conservo la emoción, que compartimos, de haber estado en un sitio mágico.

A la descripción, un galpón grande, mucha, mucha gente, silenciosa y atenta. Un periodista formidable, logró crear un clima particular, sorprendente, aún para el mismísimo Dolina, quién lo reconoció, y lo expresó, casi con estas mismas palabras.

La guía de la charla, fue por caminos de excelencia al que muy poco acostumbrados estamos. Las preguntas del público hacían gala de la ocasión.

- Con quién le gustaría tomar un café en el infierno?¿...
- Con San Martín, con Dios, aunque gente tan ocupada, supongo no andaría por allí tomando café,...así que con mis amigos, seguro.

- Es verdad que escribe porque busca que lo amen?¿
- Si, es verdad. Aunque convengamos, que el Dante, con el mismo propósito escribió nada menos que La Divina Comedia.

- Es necesario estar atormentado para escribir?¿
- De algún modo sí,.. un señor enamorado que acaba de comprar un casa, un auto, iniciaría un libro del siguiente modo..."me he comprado una casa..." es poco prometedor, y menos probable aún que escriba El Bar del Infierno.

Mientras rememoro y escribo estas frases, siento a la vez que debo prepararme. La Municipalidad cada año organiza en el Anfiteatro, un Ciclo de todo un mes, llamado "A cielo abierto", y cierra esta noche, con Alejandro Dolina, donde se da cita la espera: que llene nuestras expectativas, y nosotros las de él.

Por suerte:
"..la noche está estrellada y titilan azules los astros a lo lejos..."