noche de rocío.
..nuestros sacos marcados por minúsculas gotitas de rocío.
Caminar y caminar, por las calles de tierra de pueblo blanco, y tanto para hablar...ese nuestro primer día
- vamos a resguardarnos...
- (qué hermoso!!!)
una casa abandonada, una llave que abrió, ninguna perilla para encender, una vela, una guitarra.
qué bonito que cantaba
la palomita en su nido
abriendo el pico y las alas
como si hablara conmigo...
como si hablara conmigo...
estudiantes llenos de futuro, tan opuestos en sus modos, él tranquilo, sereno, claras ideas, paso cancino, familia hospitalaria, padres felices que se amaban, hermanos llenos de vida para ellos y para repartir. La Navidad: vivienda de paso, su madre directora de escuela, el patio se habilitaba, los alumnos mutaban en amigos, las ollas del "mate cocido" mutaban en clericó, siempre una guitarra a mano, para que alguien se animara a sacar unos acordes.
El sol era el reloj de arena, que indicaba el hasta luego...
Así los días, y las noches, y los meses y los años, el reloj y el almanaque se avergonzaban de su rol vigilante, para ser sólo un compañero que marcaba quíén sabe qué formalidades, y el club, y el chapuzón en el agua, y las gotas que quedaban y lo acariciaban hasta desaparecer en su cuerpo joven y vigoroso, y los amigos, y otra navidad, y otra, y las noches de serenata. Y el te busco en la facultad, para volver a caminar por las calles de tierra de mi pueblo blanco. La niñez se iba sin dolor, y la adolescencia también, buscando a los adultos. Aquel encuentro en el mar, con lágrimas de emoción, descubriendo la magnitud del océano, que se depositaba en su boca asombrada, con sabor a sal y como gotas de rocío. Antes del amanecer, por mi hotel, y a llenarnos los bolsillos fríos, con chocolates Havanna, y así marchar a recorrer la arena, a la espera del sol.
Y el cambio sobrevino, con un almanaque vigilante, que marcaba los días sin vernos, la charla mutó en silencios prolongados, su alegría se fue apagando. El misterio y la sospecha insoportables.
- Mejor no nos veamos más.
- Por qué?
- Ya no somos los mismos.
- Como decidas, aunque no hay marcha atrás.
De pronto, las náuseas, la angustia, mientras su cuerpo recortado en el atardecer, caminó sólo la calle de tierra, sin saber ni sospechar el NUNCA MÁS.
Pasaron los años, los niños me anunciaron una visita: su hermano menor me buscaba.
- quiero saber todo, -apresuré.
- me llamó de Buenos Aires, lo esperaba en Montevideo..., nunca llegó.
ahh, malditos, por qué al agua, por qué....
un 24 de octubre, su cumpleaños, alguien publicó esta foto.
hoy 24, como todos los 24 cuando cada uno marcha con fotos del pasado, buscando rostros que silenciosos murmuran: Ni OLVIDO NI PERDÓN... creo ver su saco con gotas de rocío.
Etiquetas: de antología
7 Comments:
?????....un poco complicado de comentar....pero si compartir...
Como decía Orwell en 1984, "no sé si las personas desean tanto ser amadas, como comprendidas". Entonces cómo no sentir tu compartir. (en verdad entré a quitarlo, y al ver tu comment, ya no puedo...)
y no deberías, porque es la única forma de seguir.
cuando escribía te pensaba...
(esta foto, recordé que en verdad la encontré en internet, cuando ni siquiera sabía qué era internet..)
Es extraña la vida a veces.. no Apus?¿
me gustó encontrarte.
a mi también :)
ffffffffff! Y todo se reedita... en una misma historia... que llevamos adentro y se mezcla con todas la otras historia.
Mierrrda! Cuánto dolor!
Uds. son mi alegría de seguir...!!!
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