el guitarrista ciego - pablo picasso

en una época en que se nos impone el "optimismo" como único estado de ánimo permitido, recuerdo con nostalgia ese tiempo donde todos los estados de ánimo eran permitidos. O donde a una etapa azul, le sucedía una rosa-roja. También por momentos: estar tristes, enojados, aburridos, alegres, melancólicos, pensativos, y en función de ello, decidir el quehacer: leer, caminar, subir a un árbol, jugar con los animales, andar en zancos,
contemplar el cielo, ir a la puerta a mirar, bordar, coser un vestido, cocinar, bombear agua para el tanque, probar el agua hasta sentirla fresca, estudiar, encender la radio, cantar, silbar, hacer canastitas con cola de zorro, hacer conejito apretando la flor o con nuestras bocas, ensayar muecas en el espejo, juntar duraznos, higos, moras, poner la mano en el desagüe de la pileta al vaciarse, sentir la succión del vacío en la panza, y esas sensaciones de miedo y posterior alivio: "...mirá si me va a tragar la mano...!!"
Y nadie nos iba a decir malaonda. Tolerábamos los estados de ánimo de los otros, toleraban los nuestros, y ni siquiera se le llamaba tolerar, era así. Y nuestras etapas, si alguien las hubiese tenido que describir, también las ubicaría como la obra de un artista.
Este cuadro pertenece al período azul.
A mis 25-27 años me regala una amiga esta lámina. No conocía su obra. La ignorancia me impedía hacer preguntas o comentario. Me recuerdo sorprendida y atraída por el color, la forma, la disposición del cuerpo. La investigaba hasta que mis sentidos se sentían saciados. No fue puesto en la pared, porque no sabía cómo ubicarlo, acostado en el piso, o apoyado en la pared?¿? No tenía internet, donde todo se resuelve en la inmediatez que un niño consideraría suficiente. Mucho menos, tiempo para buscar la obra en una biblioteca. Ya tenía demasiado que estudiar, repartido con las horas de viaje y trabajo.
Hoy escuchando la radio, por ser el día de su nacimiento acabo de enterarme que se llamaba Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Crispín Crispiniano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso. Dato curioso, y poco relevante.
El conductor, a quién le interesó la persona y no la obra, aporta que al nacer (al igual que a mí), la partera, considerándolo muerto, lo dejó sobre una mesa. Es salvado, (al igual que mí), por un familiar. Nunca antes escuché esto acerca de persona alguna. Mi padre, lo repitía tantas veces, para grabar, este dato que no se sabía en qué lugar de la cuna ubicar. preferencia por los tonos azules?¿, arriesgó el psiquiatra...
Hoy tengo unas ganas de abrazar a este Crispín Crispiniano, cuyo cumpleaños sería, y decirle: "sabe por qué su etapa azul?, una vez una chica me dijo que tenía una amiga a la que su psiquiatra le había dicho que por haber nacido azul, tenía tendencia a usar ropa azul, o inclinación hacia el azul, y que todos los que nacen azules..." mientras con su trascendido mal carácter, haría que ni siquiera respondiera semejante pavada. Si tuviese la posibilidad de estar con Picasso..., pura poesía, imaginando qué haría? presunciones...hacemos aquello que la situación dispone. O como cuando los demás toman esa atribución, y dicen, de seguro están disfrutando que tu hijo está por un mes en Argentina, esperando de mí una respuesta llena del optimismo, como se usa.