sábado, noviembre 11, 2006

el postre sorpresa.


la frecuencia de los cumpleaños, entre, setiembre, octubre y noviembre, han hecho que Melina defina una franca orientación hacia el arte de la buena cocina. Con delicadeza e ingenio logra improvisar la mesa salada. Y se completa con las tartas frutales.
Por tanto, mientras se debaten los temas filosóficos, con inteligencia, sus manitos
elaboran. Sabedora además, que llegará un punto en que los mismos, lentamente irán entrando en un plano de meseta y caída abrupta, para dar paso a deseos primitivos, donde ella hará su entrada triunfal, pronta a satisfacerlos.

Ya todos conocemos el mecanismo y con un ojo mantenemos a duras penas la charla, mientras con el otro supervisamos la tarea. Nos comportamos con una disimulada intención de colaborar que nadie cree, y mucho menos ella.


2 Comments:

Blogger madreselva said...

Dice Viktor Frankl, prisionero de Auschwitz, y estudioso de los mecanismos de la mente humana en una experiencia extrema y sostenida, que debido al alto grado de desnutrición que sufrían,era natural que el deseo de procurarse alimentos, fuera el instinto más primitivo en torno al cual se centraba la vida mental.
Tenían un solo trozo de pan, y había 2 escuelas: una la de comerlo inmediatamente, la otra, dividir la porción.
Intercambiaban recetas y planeaban menús, para el día de un futuro distante, en que sean liberados y regresen a casa.
sigo pensando.....
en nuestros hamsters, que cuando tenían la comida "asegurada", ya no necesitaban guardarla en sus mofletes, y se comportaban naturalmente. Comían lo justo y necesario.
la "comida asegurada"...., en una sociedad con un futuro tan distante...

4:04 p. m.  
Blogger elmismo said...

mmmmm.....difícil agregar un comentario a este comentario....

4:58 p. m.  

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