viernes, noviembre 14, 2008

la clara

el chico del kiosco es muy bueno, siempre alegre, no te pregunta qué vas a llevar, con una marcada ansiedad en el rostro que te muestre: esto es un negocio, yo vivo de esto, me tenés que comprar a mí, vos sos sólo eso para mí...no, él es amable, te ofrece, anoche le pedí una latita de cerveza para prepararme la clara, la clara que tomaba en Barcelona, antes de pedirle había mirado sus heladeras transparentes y no vi, me gusta hablar con él, hablar con él es ésto, demorar un cachito el momento del toma y daca, es eliminar la violencia del dame esto pibe que yo soy la que tiene el dinero y elije dónde comprar, el intercambio tiene sabor a trueque, es sólo un segundo, no más, un segundo
- tenés una cervecita,
- sabés que no?, me quedé sin cerveza, -mirando las heladeras que ya se sabía de memoria que no había cerveza chica, y señalando la ausencia, los dos mirábamos (no te imaginás cómo me gustaría tener ahora una latita de cerveza, sólo una, pero dónde, pero cómo puede ser que se terminó la cerveza, quién se olvidó de pedir, que es sábado y encima las colectividades..)
- escucháme, llevate una retornable y mañana me traés el envase, sabedor de que no era la opción, no, bueno, escuchame ya en tono bajito para que no escuche nadie, como que no había nadie, y todo esto entre las rejas que todos sabemos deben estar, a la noche y que nos molesta, a nadie más que a él le molestan, aunque ya acostumbrados todos, y él logra intimidad a través de las rejas, él ha encontrado un hueco en la reja, estamos juntos en esta empresa de conseguir una cerveza, para este momento que justo te de por tomar cerveza, y me parece muy bien y me salí del clásico marlboro al que está acostumbrado y entonces también quería mostrarme lo bien que le resultaba que le pidiera una cerveza, porque él también se crió con algo de censura, y a la noche al comienzo, estaban con unos amigos ocasionales tomando cerveza y el negocio se estaba yendo un poco abajo.

- sabés una cosa, mirá, andá de la gorda y compra..., no compro de la gorda, porque yo me había quedado mirando las heladeras, en el pero cómo puede ser.

para ser amable con él y darle final a esta situación, y mientras le estaba diciendo, no te voy a decir que quería la cerveza para preparar la clara, que en barcelona, porque no le interesa y porque a mí tampoco me interesa decirle a nadie que fui a europa para que no me pregunten nada. en el barrio nadie sabe nada, el de la verdulería pensó que no le compraba más, y no me saludó diferente para que no piense que se había dado cuenta,...y el chico también ha notado que no estuve yendo desde hace un montón?

- dame un marlboro, pero dónde tengo las monedas, dejalas me la das mañana, escondé la cartera, que no te la vean, menos ahora que están las colectividades, está lleno de choros...los que verdaderamente vivimos y manejamos el idioma en rosario, no decimos chorros, quiénes son los idiotas que dicen, chorros.

sabía que no tenía que ir al kiosco de la vuelta, encima había un empleado nuevo, que cuando me vio, empezó a los gritos que anda buscando...qué te pasa pibe...cómo qué andás buscando, una cerveza dije para calmarnos y que claro, quién es ésta que anda mirando las heladeras, sospechosa, déjenmela a mí, que soy el macho, tienen abierto y atienden entre cinco, y a los gritos, tenemos ésta, que es buena, ésta, la clásica book, ay, basta, no me des cátedra de lo bien que te conocés las cervezas, no me vas a vender nada pibe, otra, que es un poquito mejor, esta es super, y ésta, lo dejaba hablar para que se me note bien que no me interesa un corno esta mierda de cerveza que me querés vender, ésta dije, la más cara, la más cara fue de casualidad, con cara de la jodimos a la vieja, me la dio, siete mangos me cobró esa botellita de mierda...qué te pasa idiota, qué te creés que me vendiste una cerveza, y cuando me dijo, le doy una bolsita, lo miré mal, muy mal, qué te pasa que me voy a llevar la cervecita en una bolsa...y sonrió para pasar el trago, intentó para no perder todo se la destapo?, cómo se la destapo, sí, así la va tomando en pico que es lo más rico...sos de piola

me cayó tan mal esa cerveza, tan mal, que me duele la panza...y la clara no hay modo, no la puedo preparar, es que no se prepara en casa, se toma ahí

recién fui a comprar un marlboro, estaba con los amigos, le hice un chiste corto, me lo agradeció con un chau cuidate, es al único que le soporto el cuidate.
(escrito el sábado a la noche, ahora y quién sabe, aunque no me gusta del todo, me da ganas de sacarlo de borrador, es una cárcel el borrador, está entre rejas como el chico y yo

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4 Comments:

Blogger JP said...

copadas las claras.
Yo acá a veces también me las hago.
A veces extraño los negocios de los barrios .
En donde yo vivo no hay.
Ya me acostumbré a preveer y comprar todo con anticipación ,y si falta algo a joderse.
El tabaco lo compro en los estancos y por cartones .
Me ha pasado tener que bajar a la ciudad los fines de semana.

1:13 p. m.  
Blogger madreselva said...

has visto la suave, tranquila sensación que te da la clara.
a veces necesitamos esa caricia.

Dónde vivís Jotape?¿?¿?¿? ya lo sé, y lo demás lo imagino....es que me inquietó esto de "bajar a la ciudad"...
(en mi próximo viaje ni Land ni vos se salvarán de mi VISITA...jajajaa iré con el clásico clavel en la solapa...jajaja)

8:04 a. m.  
Blogger Landahlauts said...

Lo leeré de nuevo con más tranquilidad... porque hay palabras que se me escapan...

No me gustan las claras. La cerveza... cerveza. Para esto no hay grises.
Igual que JP no compro en tierras de barrio: te atienden regular y te "clavan" como decimos por aquí.
Te tomamos la palabra para la próxima visita.

Besos.

4:40 a. m.  
Blogger madreselva said...

me faltó tiempo, Land, me faltó, tengo que ir a todos los museos que postergué, o a probar CERVEZAS...
tengo tiempito para pensar mi próximo OBJETIVO...
:)

3:30 p. m.  

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