Serrat en Rosario

30/06/2009
El nuevo disco de Serrat en homenaje a Miguel Hernández con motivo del centenario de su nacimiento en 2010, ha ya entrado en el estudio de grabación. Los arreglos han sido realizados por Joan Albert Amargós. El título de este trabajo, que verá la luz en noviembre, y de la gira posterior será "Hijo de la luz y de la sombra"

le había regalado a unos amigos muy queridos un LP de Serrat, no sé hoy por qué, ni cómo llegué a él.
"En Marzo, viaja de nuevo a Argentina, Colombia, Chile, Venezuela y México. Traspasa definitivamente las fronteras y se convierte en símbolo de la libertad para toda Latinoamérica".
llega a Rosario,/Teatro El Círculo
con una compañera de la facultad, nos acercamos al teatro, no teníamos dinero, sólo quería ver a este hombre nuevo y mi amiga me acompañó, y que a cada momento decía:... vámonos, vámonos...
(perdíamos el tren que usualmente tomábamos y era muy grave para la época...)
Lo vi entre los coches que pasaban por delante del teatro, detenido por la acumulación de personas, nos acercamos a la ventanilla, bajó el vidrio, le dijimos: "queremos entrar a verte, somos estudiantes, no tenemos dinero"
responde: "entran conmigo, amo a los estudiantes"
esperamos un momento, más de media hora, ya nadie quedaba en la calle, nos acercamos a la ventanilla, comentamos al señor del teatro el episodio, nos dijo que hacía bastante estaba actuando ya, y había entrado por una puerta lateral. (iba en el asiento trasero, en medio de otros dos hombres) Nuestra desazón notoria, ...el señor nos invitó a seguirlo, si no Serrat, él nos haría entrar.
Recuerdos... mi amiga, que no entendía por qué me seguía, más que nada pienso era por el asunto del tren, si ya lo perdía, mejor acompañada.
Subíamos con el señor que nos guiaba, más escaleras, más...en un punto se detuvo y nos señaló una entrada a la sala, nada de asientos, me abrí paso y logré asomarme, estábamos muy alto, muy, muy, el muchachito, tenía un traje blanco/manteca, un sombrero de alas, y su guitarra, a escala la guitarra mediría un centímetro y medio,
no más recuerdo..., esa sensación de vacío repleto, al asomarme al balcón, eso solito logró salvarse..., eso sólo.
en noches como ésta, también recuerdo esas cuadras hasta mi casa, volviendo de la facultad, en el último tren, a veces, lloraba las calles de pueblo blanco, gritando ...y nadie oía,...( las chicas decentes -diría mi padre, a las 8 y media están durmiendo)
y gritaba, el grito ahogado: "no quiero nada, no quiero nada...no quiero nada....