acerca de la comunicación
Tema de investigación, dio lugar a ensayos, enunciados, teorías, postulados, en el interés de desentrañar la complejidad de la conducta humana.
Tomo para la finalidad del día, una orientación, con sus raíces teóricas en la cibernética, la ecología y la teoría de los sistemas.
Participando en la idea que "..cualquier posición, perspectiva, marco conceptual de referencia o idea es la corporización parcial de una totalidad que jamás podemos captar por entero. La verdad puede hacernos caer en el lazo de vez en cuando, pero nosotros jamás podemos hacer caer en el lazo a la verdad". (B.Keeney)
Entonces, si bien tales conceptualizaciones forman parte del bagaje teórico científico, no se puede negar, la frecuencia en que la temática es tomada en los medios, o se popularizan expresiones como: "...la incomunicación en la era de las comunicaciones..."
Esta afirmación ha llegado a inquietarme, moverme y acercar un poco de luz.
En primer lugar, hay una propiedad de la conducta tan básica, que suele pasársela por alto, no hay nada que sea lo contrario de conducta. No hay no-conducta, o para expresarlo del modo más simple, es imposible no comportarse.
Y si se acepta que toda conducta es una situación de interacción, tiene un valor de mensaje: es comunicación.
Cabe aclarar los dos modos de comunicación que utiliza el hombre: Digital y Analógico. Por un lado no cabe duda que el hombre se comunica de manera digital; de hecho, la mayoría, si no todos sus logros civilizados resultarían impensables sin el desarrollo de un lenguaje digital. Ello asume particular importancia en lo que se refiere a compartir información acerca de objetos y a la función de continuidad temporal inherente a la transmisión de conocimiento. Y sin embargo, existe un vasto campo donde utilizamos en forma casi exclusiva la comunicación analógica. Que es entonces la comunicación analógica? Todo lo que sea comunicación no-verbal. A menudo se lo limita a los movimientos corporales, aunque debe incluir la postura, los gestos, la expresión facial, la inflexión de la voz, la secuencia, el ritmo y la cadencia de las palabras mismas, y cualquier otra manifestación no verbal de que el organismo es capaz, así como los indicadores comunicacionales que inevitablemente aparecen en cualquier contexto en que tiene lugar una interacción. (valga incluir vía telefónica, internet...)
Se deduce, entonces, que por mucho que uno lo intente, no puede dejar de comunicar. Actividad o inactividad, palabras o silencio, tienen siempre valor de mensaje:influyen sobre los demás, quienes, a su vez, no pueden dejar de responder a tales comunicaciones, y por ende también comunican. La mera ausencia de palabras o de atención mutua no constituye la excepción.
El pasajero de un avión que permanece sentado con los ojos cerrados, comunica que no desea hablar con nadie o que alguien le hable, y sus vecinos, por lo general captan el mensaje, dejándolo tranquilo. Esto constituye un intercambio de comunicación en la misma medida que una acalorada discusión.
También se deduce que debe existir un compromiso en la comunicación para que la misma se establezca. En el caso del pasajero, comunica que "no desea establecer la comunicación".
Cabe postular: no es posible no comunicarse.
Este nuevo modo de plantear el tema inicial, abre un interrogante y no una afirmación: "qué está comunicando, el aparente deseo de no comunicarse?"
Tomo para la finalidad del día, una orientación, con sus raíces teóricas en la cibernética, la ecología y la teoría de los sistemas.
Participando en la idea que "..cualquier posición, perspectiva, marco conceptual de referencia o idea es la corporización parcial de una totalidad que jamás podemos captar por entero. La verdad puede hacernos caer en el lazo de vez en cuando, pero nosotros jamás podemos hacer caer en el lazo a la verdad". (B.Keeney)
Entonces, si bien tales conceptualizaciones forman parte del bagaje teórico científico, no se puede negar, la frecuencia en que la temática es tomada en los medios, o se popularizan expresiones como: "...la incomunicación en la era de las comunicaciones..."
Esta afirmación ha llegado a inquietarme, moverme y acercar un poco de luz.
En primer lugar, hay una propiedad de la conducta tan básica, que suele pasársela por alto, no hay nada que sea lo contrario de conducta. No hay no-conducta, o para expresarlo del modo más simple, es imposible no comportarse.
Y si se acepta que toda conducta es una situación de interacción, tiene un valor de mensaje: es comunicación.
Cabe aclarar los dos modos de comunicación que utiliza el hombre: Digital y Analógico. Por un lado no cabe duda que el hombre se comunica de manera digital; de hecho, la mayoría, si no todos sus logros civilizados resultarían impensables sin el desarrollo de un lenguaje digital. Ello asume particular importancia en lo que se refiere a compartir información acerca de objetos y a la función de continuidad temporal inherente a la transmisión de conocimiento. Y sin embargo, existe un vasto campo donde utilizamos en forma casi exclusiva la comunicación analógica. Que es entonces la comunicación analógica? Todo lo que sea comunicación no-verbal. A menudo se lo limita a los movimientos corporales, aunque debe incluir la postura, los gestos, la expresión facial, la inflexión de la voz, la secuencia, el ritmo y la cadencia de las palabras mismas, y cualquier otra manifestación no verbal de que el organismo es capaz, así como los indicadores comunicacionales que inevitablemente aparecen en cualquier contexto en que tiene lugar una interacción. (valga incluir vía telefónica, internet...)
Se deduce, entonces, que por mucho que uno lo intente, no puede dejar de comunicar. Actividad o inactividad, palabras o silencio, tienen siempre valor de mensaje:influyen sobre los demás, quienes, a su vez, no pueden dejar de responder a tales comunicaciones, y por ende también comunican. La mera ausencia de palabras o de atención mutua no constituye la excepción.
El pasajero de un avión que permanece sentado con los ojos cerrados, comunica que no desea hablar con nadie o que alguien le hable, y sus vecinos, por lo general captan el mensaje, dejándolo tranquilo. Esto constituye un intercambio de comunicación en la misma medida que una acalorada discusión.
También se deduce que debe existir un compromiso en la comunicación para que la misma se establezca. En el caso del pasajero, comunica que "no desea establecer la comunicación".
Cabe postular: no es posible no comunicarse.
Este nuevo modo de plantear el tema inicial, abre un interrogante y no una afirmación: "qué está comunicando, el aparente deseo de no comunicarse?"
Etiquetas: científica
3 Comments:
Qué buenas palabras madreselva! ... que se meten adentro, hacen cosquillas, dejan pensar... prenden lucesitas.
Nótense los dolores de oído o garganta... para aportar al tema...
LA LORE....la única que se atreve a leer LOS LARGOS....los demás arrugan....me ha costado mucho escribir esto, y me siento muy orgullosa que lo hayas leído. Te quiero siempre un poquitito más.
Por que me entendés y te entiendo, será uno de los secretos?¿ un mimo.
se que los leen....era una chanza...
si los leen y non coment...está bien igual, estos temas son complejos, y convengamos en que estamos en la temática de la comunicación, que si bien nos atañe a todos, algunos estudiamos acerca de ello, y queremos quizás aportar alguito en el afán que algunas cuestiones, les resulten menos penosas, o más llevaderas, o más entendibles, de la vida cotidiana.
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