el amor cortés.
hay que situarse en el sur de Francia, siglo XII allí nació el amor cortés. Tantas particularidades que esa forma amorosa ofrecía. Había una institución que consistía en ponerse un caballero al servicio de una dama, posiblemente de una dama casada, y realizar hazañas para su mejor gloria y renombre.
El caballero se declaraba enamorado y servidor de esa dama. Se trababa simplemente de la realización de hazañas, por parte de un enamorado servicial.
El historiador francés Breton nos proporciona la posibilidad de asomarnos a estas curiosas narraciones..
Hay una historia donde un caballero eligió amar a una dama, la dama consideró con benevolencia los ruegos del caballero y lo aceptó como servidor regular. Hay que decir que no había ningún contacto que pasara de ahí, nada. Durante cierto tiempo este amor platónico continuó con los usos establecidos, pura abnegación y entrega solícita a todo lo que la dama pidiese. Pero un día se enteró del caso de una pareja de enamorados que se habían peleado, para reconciliarse después.
Es un movimiento muy propio del amor cortés, pero también de los estúpidos de la actualidad, y de todos los siglos, del disfrutar de las reconciliaciones. alguna vez hablamos en este programa, programa de lo que sucede cuando un amor, cuando un romance cuando una relación carece de toda pimienta, cuando hay un aburrimiento enorme, cuando hay una saciedad tal que sólo puede ser conmovida poniendo en riesgo al amor, entonces se juega a eso, se juega a poner en riesgo la relación ya que es la única cosa que te puede emocionar, bueno, esto también dura poco, 2ª, 3ª vez que ponés en riesgo el noviazgo, esto empieza a aburrirte también.
Bien el caso que para lograr este movimiento que conduzca a una reconciliación, los tipos y las muchachas hacen toda clase de movimientos para enojarse, si no se pueden enojar, finjen los enojos, para jugar, jugar a que el otro no está a que el otro te deja y se va, a ver si la reconciliación le pone un poco de alegría un poco de gracia a esa porquería que han dado en llamar amor.
Bueno, esto justamente es lo que hizo este muchacho, se había enterado de que una pareja se había peleado y habían disfrutado mucho con la reconciliación y pensó cuán dulce era hacer las paces con la dama, después de un período de amorosa disputa. Y probó con su propia dama,
bueno, ante todo se tenía que pelear con ella, lo logró del modo más torpe, no se le ocurrió nada mejor que expulsar a un mensajero que llevaba una carta de su amada.
Poco más tarde la dama lo visitó personalmente para ver qué pasaba. El joven sostuvo una supuesta ofensa, y la hizo salir de su propiedad. Lo que pretendió ser un juego se volvió dramático porque la dama se negó a tener un nuevo trato con este enamorado. Se le apareció él en el castillo, y ella ordenó que lo tiraran al foso.
Salió del foso y le pidió a un amigo que le explicara a la dama enojada, el verdadero motivo de su conducta con el fin de dar por terminada aquella disputa. El amigo regresó con la siguiente respuesta: "La Sra. os perdona, pero como penitencia exije que os arranquéis la uña del dedo meñique y que se lo envíeis con un poema en el que condenaréis vuestra propia estulticia".
Mandó a buscar un cirujano, se hizo arrancar la uña y compuso los versos que se le pedían.
Bien el caso que para lograr este movimiento que conduzca a una reconciliación, los tipos y las muchachas hacen toda clase de movimientos para enojarse, si no se pueden enojar, finjen los enojos, para jugar, jugar a que el otro no está a que el otro te deja y se va, a ver si la reconciliación le pone un poco de alegría un poco de gracia a esa porquería que han dado en llamar amor.
Bueno, esto justamente es lo que hizo este muchacho, se había enterado de que una pareja se había peleado y habían disfrutado mucho con la reconciliación y pensó cuán dulce era hacer las paces con la dama, después de un período de amorosa disputa. Y probó con su propia dama,
bueno, ante todo se tenía que pelear con ella, lo logró del modo más torpe, no se le ocurrió nada mejor que expulsar a un mensajero que llevaba una carta de su amada.
Poco más tarde la dama lo visitó personalmente para ver qué pasaba. El joven sostuvo una supuesta ofensa, y la hizo salir de su propiedad. Lo que pretendió ser un juego se volvió dramático porque la dama se negó a tener un nuevo trato con este enamorado. Se le apareció él en el castillo, y ella ordenó que lo tiraran al foso.
Salió del foso y le pidió a un amigo que le explicara a la dama enojada, el verdadero motivo de su conducta con el fin de dar por terminada aquella disputa. El amigo regresó con la siguiente respuesta: "La Sra. os perdona, pero como penitencia exije que os arranquéis la uña del dedo meñique y que se lo envíeis con un poema en el que condenaréis vuestra propia estulticia".
Mandó a buscar un cirujano, se hizo arrancar la uña y compuso los versos que se le pedían.
Se dirigió al castillo de su amada. La Sra. lo estaba esperando, el caballero cayó de rodillas, le presentó la uña y el poema. Ella aceptó los presentes, y éste recibió como recompensa, un beso en la mejilla, que era el beso del perdón, y se fue.
Continuó sirviendo para siempre a su dama, en gestas feudales, en torneos, sin recibir otra cosa que alguna mirada aprobatoria cada tanto. Esta historia revela cómo se manejaban esos amores. Todo lo que tuvo que hacer el tipo, el perdón, y así pudo hacerse mirar con aprobación durante largos años.
A esto le llamaban el amor cortés.
Continuó sirviendo para siempre a su dama, en gestas feudales, en torneos, sin recibir otra cosa que alguna mirada aprobatoria cada tanto. Esta historia revela cómo se manejaban esos amores. Todo lo que tuvo que hacer el tipo, el perdón, y así pudo hacerse mirar con aprobación durante largos años.
A esto le llamaban el amor cortés.
Había casos en que el caballero era el que decidía qué prueba de amor iba a concretar.
...........(tres anécdotas más)
Algunos caballeros para demostrar su coraje y heroísmo iban a la guerra y se sometían a dificultades adicionales, más allá de las propias de un conflicto armado, algunos salían sin armadura, otros se ataban un brazo, llevaban un lastre que no los dejaban avanzar.
...........(tres anécdotas más)
Algunos caballeros para demostrar su coraje y heroísmo iban a la guerra y se sometían a dificultades adicionales, más allá de las propias de un conflicto armado, algunos salían sin armadura, otros se ataban un brazo, llevaban un lastre que no los dejaban avanzar.
Recordamos una historia que representa la opinión sobre estas cosas desagradables, y más por el papel de las mujeres, en estas costumbres:
Una dama extravía su guante, entre un montón de serpientes, bestias, en un agujero que estaba lleno de animales muy peligros, la mujer lo desafía a rescatar ese guante. El caballero rescata el guante Y con ese mismo guante, le cruza la cara.
Esto no existe hoy, esta clase de amor, esta clase de melindres.
Pero estos asuntos vinieron paralelamente al nacimiento de la idea que hoy tiene el occidente del amor, más allá de estos servicios, porque ahí nació la poesía amorosa, y nació el amor tal como lo concebimos hoy.
Pero hoy nos limitaremos a dedicar algo a estos caballeros.
Rolón: Voy a dedicar esto, a esta charla que me gustó mucho, a los que juegan el juego grande del amor. No a estos juegos pequeños de pelearse para ver cómo nos amigamos después.
Tampoco a esto de hacerse maltratar por una dama, para poder rendirle un homenaje sin obtener nada a cambio.
El juego grande del amor, ineludiblemente connota el erotismo, de un lado y del otro. Creo que estos juegos donde lo que se da, no tiene que ver con la sensualidad y con el erotismo no tienen que ver con el amor.
Para los que juegan al juego grande, que dan lo que tienen que dar, y arriesgan lo que tienen que arriesgar, sí o sí, eso va a tener que ver en el amor, con el erotismo.
Para ilustrar: este Valsesito, que alude al premio del beso en la mejilla que recibió el caballero.
Pero estos asuntos vinieron paralelamente al nacimiento de la idea que hoy tiene el occidente del amor, más allá de estos servicios, porque ahí nació la poesía amorosa, y nació el amor tal como lo concebimos hoy.
Pero hoy nos limitaremos a dedicar algo a estos caballeros.
Rolón: Voy a dedicar esto, a esta charla que me gustó mucho, a los que juegan el juego grande del amor. No a estos juegos pequeños de pelearse para ver cómo nos amigamos después.
Tampoco a esto de hacerse maltratar por una dama, para poder rendirle un homenaje sin obtener nada a cambio.
El juego grande del amor, ineludiblemente connota el erotismo, de un lado y del otro. Creo que estos juegos donde lo que se da, no tiene que ver con la sensualidad y con el erotismo no tienen que ver con el amor.
Para los que juegan al juego grande, que dan lo que tienen que dar, y arriesgan lo que tienen que arriesgar, sí o sí, eso va a tener que ver en el amor, con el erotismo.
Para ilustrar: este Valsesito, que alude al premio del beso en la mejilla que recibió el caballero.
Me besó y se fue. ( que es lo que hizo la mina, se las tomó, se las tomó con el tipo que verdaderamente le aceitaba los patines, que era otro, al que no le había pedido ninguna hazaña, ninguna uña de ningún dedo, o alguna otra hazaña que no implicaba semejante mutilación)
Me besó y se fue - canta Hugo del Carril.
La Venganza será terrible A. Dolina 10/05/07
Etiquetas: imagen de radio
1 Comments:
qui e questo uomo?
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