ciudades fantásticas (cont)

Sin duda La más ostentosa, de las ciudades fue Amanah al-\ ‘Asmah. Tal como puede leerse en las 1001 noches, se alzaba en el medio del desierto del Yemen tenía sólo 2 puertas enormes, incrustadas con toda clase de piedras preciosas. También había centenares de castillos construidos con oro, plata y rubíes.
La ciudad fue fundada por Sadat, un rey aficionado a la lectura. Una descripción literaria del paraíso lo entusiamó de tal manera que decidió construir un lugar idéntico en la tierra.
El rey, sojuzgaba a 100.000 reyes, cada uno de estos reyes era obedecido por 100.000 jefes valientes, y cada jefe valiente, comandaba a 100.000 soldados.
Es propio del pensamiento árabe el encontrar solaz en el vértigo de los números.
El tablero de ajedrez que duplica granos, muestra la asombrosa facilidad con que puede llegarse a una cantidad inconcebible.
Del mismo modo Los soldados de Sadat, son 100.000 al cubo, es decir mucho más numeroso que la población de 100.000 mundos como éste.

El caso es que el rey los convocó a todos y les ordenó que buscaran el mejor lugar de la tierra para levantar la ciudad que él había imaginado. Una vez establecida la ubicación más apropiada, comenzó la construcción que duró 20 años. Después dispuso que se alzaran unas murallas inexpugnables. Esa obra se prolongó por 20 años más.
Entonces el rey pidió a 1000 visires y a sus esposas, esclavas y eunucos que lo acompañaran a su paraíso.
Cuando le faltaban 2 cuadras. Para llegar un grito terrible descendió del cielo y su sonido fue tan poderoso que todos murieron.
La ciudad está hoy deshabitada y si un viajero la encuentra puede llevarse todos los tesoros que hay en ella.