Isadora y la danza

está bueno respetar todos y los diferentes modos de expresión del género humano. Es claro y evidente que esta imagen muestra habilidad y destreza en los movimientos. Aunque a la hora de definiciones, es comparable con lo circense, entretiene, volvemos a la casa... en unos días no lo recordaremos, o quizás inquiete el cómo lo hacen.

El arte perdura, cruza los mares, viaja sin boleto, y en general, no guarda relación con el dinero.

No siempre sucede, eso sí, cuando sucede, es como acercarnos al milagro de la vida.

Y vuelo a ...Isadora Duncan con sus ágiles movimientos, sólo pedía un pequeño teatro para deslizarse. Cito: "...pasaba días y noches en el estudio, buscando aquella danza que pudiera ser la divina expresión del espíritu humano a través del movimiento corporal"

"...comprobé que los únicos maestros de baile que yo podía tener eran Juan Jacobo Rousseau -Emilio-, Walt Whitman y Nietzsche..."

"...meditaba ante la Primavera de Botticelli, en Florencia y más tarde procuraba transformar este cuadro en una danza...".

Quizás necesité encontrarme con Vanesa Readgrave, en Isadora, para descubrir su libro Mi Vida, escrito con la fragilidad y la fuerza de una mujer revolucionaria de principios de siglo. Su vida, nutrida en la filosofía, amando a los poetas, atravesada por la tragedia: la muerte de Patrick y Deirdre, sus hijitos, en un accidente, luego el tercero, al nacer. Envuelta en túnicas, bailando La Marsellesa, conmocionada por las guerras, en los templos griegos como en Budapest, con traje de baño, los pies desnudos y ante el asombro de la época, en el mar.