mille seicento trenta due
...jazmincito generoso. floreciendo de una vez, a todo aroma & color.
Muy resuelto se alimenta de mis riegos, para que una sola vez, una sola vez, a comienzos de octubre se agite en una explosión blue.
El muchacho lo trajo a la casa, sin mayores expectativas, como una planta más. En el campo, las plantas se ubican en su sitio, en la ciudad, se convierten en mascotas. Y hay que protegerlo del sol de mediodía, de las piedras, de la demasiada lluvia. En el campo recibe el primer sol, y ya se sube a la rueda que termina con la noche fresca, no hay apurones, ni sofocos, todo es paulatino como la vida. En el campo, nadie correría a tapar al jazmín. Se arregla solo. Y florece sin preguntar quién cumple años. En el campo nadie cumple años. Entonces en octubre cumple años el muchacho, mitad mito, mitad casualidad, cuando ya no vivía en la casa, quizás, forzamos la cosa, o la cosa nos forzó, a buscar el ícono, y así alegres y melancólicos a contemplar cuántas flores dará su jazmín, a contemplar el milacoro.
- estás contando los pimpollos secos?¿
- no
- si... pero para qué?¿
- no lo sé, parecían muchos y quería saber cuántos son muchos.
(...mil seiscientos treinta y dos, más 10 que se cayeron con las piedras...?¿?)
en el campo contamos todo, los 21 días para nacer los pollitos. 250 veces hay que bombear para llenar el tanque...4 baldes para la camelia está bien.
El 8/12 lo llenamos de luces, y lo acepta con resignación navideña.
Muy resuelto se alimenta de mis riegos, para que una sola vez, una sola vez, a comienzos de octubre se agite en una explosión blue.
El muchacho lo trajo a la casa, sin mayores expectativas, como una planta más. En el campo, las plantas se ubican en su sitio, en la ciudad, se convierten en mascotas. Y hay que protegerlo del sol de mediodía, de las piedras, de la demasiada lluvia. En el campo recibe el primer sol, y ya se sube a la rueda que termina con la noche fresca, no hay apurones, ni sofocos, todo es paulatino como la vida. En el campo, nadie correría a tapar al jazmín. Se arregla solo. Y florece sin preguntar quién cumple años. En el campo nadie cumple años. Entonces en octubre cumple años el muchacho, mitad mito, mitad casualidad, cuando ya no vivía en la casa, quizás, forzamos la cosa, o la cosa nos forzó, a buscar el ícono, y así alegres y melancólicos a contemplar cuántas flores dará su jazmín, a contemplar el milacoro.
- estás contando los pimpollos secos?¿
- no
- si... pero para qué?¿
- no lo sé, parecían muchos y quería saber cuántos son muchos.
(...mil seiscientos treinta y dos, más 10 que se cayeron con las piedras...?¿?)
en el campo contamos todo, los 21 días para nacer los pollitos. 250 veces hay que bombear para llenar el tanque...4 baldes para la camelia está bien.
El 8/12 lo llenamos de luces, y lo acepta con resignación navideña.
Etiquetas: ternuras
1 Comments:
"En el campo, las plantas se ubican en su sitio, en la ciudad, se convierten en mascotas."
Hola madreselva, me encantó como resumiste en una frase lo que estamos haciendo con la naturaleza.
La forzamos, la exijimos, y con el pretexto de cuidarla, la malcriamos.
Gracias por hacer tu comentario en mi blog recién estrenado, superando la barrera de que "otro lo va a hacer".
Creo que coincidimos, yo soy mas de imágenes que de palabras, soy pintora,(http://adrianagutierrez264.spaces.live.com/)y no se muy bien que posibilidades me brinda el blog las estoy explorando, pero tu respuesta me da ánimos para seguir.
Me encantó la entrada de los accesorios que no funcionan como uno esperaba...será que las musas (de la web) han pasao de mí, como diría el Nano.
Hasta pronto nos estamos viendo
Adriana
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